En la actualidad, el papel de la endoscopia digestiva ha experimentado un gran auge debido tanto a su desarrollo tecnológico como al desarrollo de la sedación.
Los endoscopios son tubos flexibles, cada vez más finos, que presentan en la empuñadura dos ruedas para mover la punta del endoscopio y en su interior hay un canal de trabajo para introducir los diferentes materiales como pinzas de biopsias… además del canal aire/agua que permite lavar con agua o insuflar con aire o CO2 y tienen una lente con luz que lleva las imágenes a un videoprocesador que lo transmitirá a un monitor de televisión.
Permiten avanzar, bajo visión directa, y explorar todo el tubo digestivo conllevando una gran precisión diagnóstica. Además, logra no sólo diagnosticar las diferentes enfermedades, sino llevar a cabo intervencionismos como biopsiar, dilatar estenosis (estrecheces), quitar pólipos, quemar puntos sangrantes…