EXTRACCIÓN DE CUERPOS EXTRAÑOS COLORRECTALES

La mayoría de los cuerpos extraños que está en el colon son aquellos que han sido ingeridos de forma oral y han pasado por el intestino delgado y llegan al colon.

Estos cuerpos extraños no suelen conllevar complicaciones y normalmente el paciente los eliminan espontáneamente mediante la defecación. Es raro que se impacten en ángulos del colon si han pasado ya por el intestino delgado y por la válvula ileocecal que son zonas más estrechas que el colon.

Sin embargo, la mayor parte de los cuerpos extraños de colon que precisan atención médica endoscópica son aquellos introducidos por vía anal.

Comprenden una amplia diversidad de objetos, generalmente de forma fálica, que son introducidos durante la realización de determinadas prácticas eróticas o durante agresiones sexuales.

En otras ocasiones se trata de objetos ocultados en el recto para su transporte, como es el caso de los paquetes de drogas ilegales.

El manejo médico  de estos cuerpos extraños introducidos vía anal consiste en una buena historia clínica con una exploración física incluyendo inspección anal y tacto rectal y en ocasiones una radiografía de abdomen.

No se debe extraer el cuerpo extraño a ciegas aunque sea accesible manualmente porque en la retirada pueden surgir lesiones. Siempre es mejor hacer retiradas de los objetos bajo visión directa.

Los objetos que se sitúan en ampolla rectal se pueden extraer mediante pinzas endoscópicas o fórceps del cirujano.

Si están más arriba, en rectosigma, primero hay que llevarlos a recto mediante la endoscopia y luego extraerlos.

En los paquetes de estupefacientes hay que intentar ser conservador y no llevar a cabo la extracción endoscópica por riesgo de rotura de los paquetes con la grave intoxicación que puede conllevar.

Es preferible en estos casos seguimiento radiológico, laxantes para facilitar la expulsión.