TRATAMIENTO ENDOSCOPICO DE LA FISURA ANAL

El tratamiento de la fisura anal en un inicio es conservador, tanto en la fisura anal aguda (6-8sem de evolución) como la fisura anal crónica (fisuras con un  tiempo de evolución superior a las 8semanas).

Se debe evitar el estreñimiento y el tratamiento farmacológico debe estar encaminado a conseguir la relajación transitoria del esfínter anal interno con lo que se reduce la hipertonía del esfínter que va asociado a la fisura y mejora la vascularización de la zona y con ello la cicatrización pero hay que evitar el riesgo de incontinencia.

Si las pomadas que reducen el tono o la fuerza del esfínter (pomadas de Nitroglicerina o antagonistas del calcio) no funcionan, se puede intentar introducir inyecciones de toxina botulínica a través de una aguja de esclerosis introducida por el endoscopio, como tratamiento alternativo relajante del esfínter. Las tasas de curación de los diferentes estudios con toxina botulínica oscilan hasta el  67,5%.

El inconveniente es que hay pocos estudios con seguimiento a largo plazo del tratamiento de la fisura anal con inyecciones de toxina botulínica. Diversos autores han observado la aparición de recidivas de hasta el 40-50% tras un período de seguimiento de 3 años.

La cirugía (la esfinterotomía lateral interna) es más efectiva en cuanto a tasa de curación que la toxina botulínica pero la tasa de escapes de gases o la incontinencia leve es prácticamente del 0% en la toxina mientras que puede llegar a ocurrir hasta un 9% de las fisuras operadas mediante cirugía.

Podría tener un papel relevante la toxina en pacientes seleccionados en los cuales la manomatría rectoanal previa a la intervención de la fisura demuestra que el esfínter anal no tiene hipertonía ,dejando el papel quirúrgico para aquellas fisuras sin hipertonía que haya fracasado la toxina botulínica.