PREVENCIÓN DE CÁNCER DE COLON - PÓLIPOS DE COLON

¿Qué son los pólipos?

Los pólipos son lesiones benignas que se producen por un cambio en las células de la capa más superficial del colon, llamada mucosa, volviéndose capaces de reproducirse y crecer formando lesiones que pueden adoptar diferentes formas y tamaños.

A pesar de ser lesiones benignas tienen un “potencial maligno”. Esto quiere decir que, con mucho tiempo de evolución (unos 10 años) las células de los pólipos pueden seguir sufriendo cambios hasta convertirse en células malignas, con capacidad para invadir las capas subyacentes de la pared del colon e incluso invadir otros órganos, lo que llamamos metástasis. Cuando esto ocurre, ya no hablamos de pólipos sino de cáncer colorrectal.

Por tanto, los pólipos son las lesiones precursoras del cáncer colorrectal y detectarlos y resecarlos antes de que evolucionen a cáncer es nuestro objetivo principal dentro de la prevención del cáncer colorrectal.

¿Cómo detectar y tratar los pólipos?

En la población general, el principal factor de riesgo para tener pólipos es la edad. Por tanto, a partir de los 50 años es recomendable llevar a cabo una estrategia para detectarlos, aun sin tener sintomatología. Para ello existen principalmente dos métodos:

Por un lado, la prueba de sangre oculta en heces. Esta prueba consiste en recoger una muestra de heces para evaluar la presencia de sangre, ya que, tanto los pólipos como el cáncer colorrectal suelen presentar un sangrado microscópico. Es una prueba fácil y sencilla, que no conlleva ningún riesgo, pero puede haber positivos provocados por otras causas (hemorroides, fisuras, inflamación del colon…) y no es capaz de detectar los pólipos que no producen sangrado.

Por otro lado, está la colonoscopia. Esta es la prueba más eficaz en la detección de pólipos y la siguiente a realizar cuando tenemos un resultado de sangre oculta en heces positiva. A través de una cámara que se introduce con un tubo por el ano, podemos ver en una pantalla los pólipos in situ y caracterizarlos (tamaño, forma…). Además, en la misma intervención podemos tratarlos mediante resección.  El inconveniente de la colonoscopia es que es una prueba invasiva, que requiere una preparación previa con dieta y laxantes y que el procedimiento, especialmente cuando se resecan pólipos, puede tener complicaciones.

Así pues, teniendo en cuenta la situación basal de cada paciente, la edad, los antecedentes personales y familiares… nos decantaremos por la realización de sangre oculta en heces y colonoscopia sólo en caso de ser positiva o directamente colonoscopia.

¿Y luego qué?

Tras realizarse la colonoscopia se generará un informe en el que se especificará los hallazgos de la colonoscopia. Si ha sido completa, si el colon estaba limpio… En caso de visualizar pólipos serán caracterizados y si se resecan, se enviarán al servicio de Anatomía Patológica para su estudio, quienes también realizarán un informe histológico de los mismos.

Una vez recopilados todos estos datos, se decidirá una estrategia de seguimiento posterior basada en guías clínicas y en consenso con el paciente.

Links a páginas de información a pacientes

Información sobre prevención y cribado del cáncer colorrectal

Información sobre los pólipos colónicos 

Síndromes de poliposis colorrectal