HEPATITIS B

¿Qué es?

La hepatitis B es una enfermedad producida por la infección de un virus que infecta e inflama el hígado, y cuya prevalencia es mayor en países asiáticos. El virus se transmite habitualmente de la madre al niño durante el nacimiento y el parto, así como por contacto con sangre u otros líquidos corporales.

La hepatitis B se puede prevenir mediante vacunas que son seguras, fáciles de conseguir y eficaces, y mediante tratamiento profiláctico con antivíricos durante el embarazo.

La hepatitis B puede producir un cuadro agudo(hepatitis B aguda) con eliminación espontánea del virus gracias a la acción de su sistemainmunológico, o una infección que se prolonga en el tiempo más de 6 meses (hepatitis B crónica).

¿De qué depende la evolución?

Pasados 6 meses de la primoinfección por el VHB, podemos hablar de hepatitis crónica B, de los cuales un 25% al 30% evolucionan a cirrosis hepática.

El principal factor determinante de la supervivencia a largo plazo es la extensión de la hepatopatía en el momento del diagnóstico.

¿Qué significa el estado de portador crónico de VHB?

Los portadores crónicos del VHB son pacientes con infección persistente por VHB, pero con niveles de transaminasas normales y carga viral (“cantidad de virus”) indetectable. El virus está como “dormido” en el cuerpo y no produce daño hepático.

Estos pacientes no tienen actividad de la enfermedad, pero pueden transmitirla y pueden sufrir reactivación del virus por diferentes motivos, la mayoría de ellos relacionados con estados de inmunodepresión (infección por el VIH, tratamiento con inmunosupresorestales como corticoides, quimioterapia…).

¿Qué síntomas produce?

En la mayoría de las ocasiones la hepatitis crónica B no produce síntomas, excepcionalmente y debido a la aparición de episodios de reactivación, puede producirse un cuadro similar al de una hepatitis aguda, con cansancio, pérdida de apetito e ictericia (coloración amarillenta de la conjuntiva y de la piel). En los casos en los que la enfermedad ha evolucionado a cirrosis, pueden presentarse los síntomas propios de las complicaciones de esta enfermedad.

¿Cómo se diagnostica?

En la fase inicial de la infección, los pacientes presentan Ag de superficie (HBsAg) positivo y además son seropositivos para el antígeno e (HBeAg). Este antígeno por lo general indica que el virus se está replicando intensamente, y que la sangre y los líquidos corporales de la persona infectada son muy contagiosos.

La infección crónica se caracteriza por la persistencia del HBsAg durante más de seis meses, con o sin presencia del HBeAg. La persistencia del HBsAg es el principal marcador del riesgo de sufrir hepatopatía crónica y cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular) más adelante.

¿Necesita tratamiento esta enfermedad?

Es recomendable que todos los pacientes con hepatitis crónica B acudan al especialista. Se traten o no, es necesario hacer un seguimiento periódico mediante análisis y ecografía. El objetivo final del tratamiento es evitar la progresión de la enfermedad y la aparición de complicaciones de la misma, y ello se consigue a través de la inhibición de la replicación del VHB.

Al decidir sobre el tratamiento más idóneo para los pacientes con hepatitis crónica B, se debe tener en cuenta el nivel de transaminasas, el ADN del virus y la afectación del tejido hepático en el momento inicial (presencia de fibrosis o incluso cirrosis), así como el coste del tratamiento, los posibles efectos secundarios, la capacidad del paciente para sobrellevarlos, la edad y otras posibles enfermedades coincidentes en el paciente.

Existen diversos fármacos disponibles para tratar la hepatitis crónica B, aunque los más utilizados en la actualidad son el “Entecavir” y el “Tenofovir”, ambos tomados via oral y con buena tolerancia por parte de los pacientes.

Unavez el paciente comienza el tratamiento, precisa seguimiento por el especialistacon analíticas seriadas para monitorizar la respuesta al tratamiento, así como detectar posibles efectos secundarios o resistencias al mismo.