CÁNCER GASTRICO

¿Qué es?

El cáncer gástrico es el cáncer originado en el estómago. Hay distintos tipos de cáncer gástrico, dependiendo del tipo de células del estómago afectadas por el mismo.

  • El tipo más frecuente es el adenocarcinoma (más del 90% de los casos), donde las células afectadas son las células que forman la capa más interna del estómago, la mucosa.
  • Otros tipos de cáncer gástrico serían: linfoma (donde las células afectadas son las del sistema inmunitario de la pared del estómago), tumores carcinoides (las células afectadas son las productoras de hormonas del estómago) y otros tipos aún menos frecuentes: tumores del estroma gastrointestinal o GIST, leiomiosarcomas…

La incidencia del cáncer gástrico ha disminuido netamente en los últimos años. Sin embargo, su frecuencia sigue siendo alta, siendo el 5º cáncer más frecuente y la tercera causa de muerte por cáncer.

Aunque se desconoce su etiología concreta, existen una serie de factores de riesgo reconocidos, como son:

  • Dieta rica en sal, ahumados o conservas, menos importantes en países desarrollados donde la conservación de los alimentos en frío impide la transformación bacteriana de nitratos en nitritos.
  • Dieta pobre en fruta y legumbres, por el efecto protector de los antioxidantes o la vitamina C.
  • Infección por Helicobacter pylori.
  • Edad avanzada y sexo masculino.
  • La gastritis crónica atrófica, la metaplasia intestinal, la úlcera gástrica, la poliposis familiar adenomatosa, la enfermedad de Menetrier (gastritis hipertrófica).
  • La gastrectomía parcial.
  • El consumo de tabaco.
  • Historia familiar de cáncer gástrico.
  • El consumo de alcohol es un factor etiológico controvertido.

Los signos y síntomas del cáncer de estómago pueden ser los siguientes:

  • Sensación de hinchazón después de comer.
  • Sensación de saciedad después de ingerir pequeñas cantidades de comida.
  • Ardor de estómago intenso y persistente.
  • Fuerte indigestión que siempre está presente.
  • Náuseas constantes sin causa aparente.
  • Dolor en la parte superior del abdomen.
  • Vómitos persistentes.
  • Adelgazamiento involuntario.
  • Hemorragias en forma de melenas (heces negras como el alquitrán) o vómitos de sangre; o anemia por falta de hierro.

Ninguno de estos síntomas por sí sólo es diagnóstico de cáncer gástrico, pero si se padece alguno de ellos es necesario acudir a un médico.

¿Cómo se diagnostica?

  • Historia clínica y exploración física: el médico le preguntará por antecedentes personales, familiares y síntomas. La pérdida de peso es un signo muy importante. Además se realizará una exploración física para ver si se palpan masas o ganglios aumentados de tamaño en el cuerpo.
  • Analítica de sangre: para ver si existe anemia y otros órganos funcionan bien (función hepática, renal…).
  • Gastroscopia: La realización de un examen endoscópico de la parte superior del tubo digestivo permitirá saber qué tipo de cáncer  hay y donde está localizado dentro del estómago.
  • Estudios de imagen: TAC, PET-TC, ecoendoscopia: es necesario saber hasta dónde afecta el tumor, para ello se realizarán unos estudios de imagen y/u otros.
  • A veces puede ser necesario realizar una cirugía exploratoria (laparoscopia) para valorar la situación en la que se encuentra el cáncer.

¿Cómo se trata?

Con el fin de mejorar el pronóstico de la enfermedad a largo plazo, en los últimos años se ha investigado el beneficio del tratamiento multidisciplinar del cáncer gástrico, que supone hoy en día el estándar de tratamiento.

El tratamiento dependerá de la localización del tumor dentro del estómago, de su extensión (sólo en estómago o más allá del mismo: ganglios afectados, otros órganos como el hígado, pulmón, huesos…) la salud general y las preferencias.

  • Cirugía: La cirugía se realiza para extirpar el cáncer de estómago en su totalidad. Puede ser necesario extirpar todo el estómago, una parte del mismo o en fases muy iniciales de la enfermedad, mediante gastroscopia, extirpar solo una pequeña capa del estómago. La mayoría de las veces también es necesario extirpar los ganglios linfáticos de alrededor de estómago.
  • Radioterapia: La radioterapia puede utilizarse antes de la cirugía (radioterapia neoadyuvante) para disminuir el tamaño de un tumor de estómago de modo que pueda ser operado. La radioterapia también puede utilizarse después de la cirugía (radioterapia adyuvante) para eliminar las células cancerosas que queden cerca del estómago. Con frecuencia, la radiación se combina con quimioterapia. En casos de cáncer avanzado, la radioterapia también puede utilizarse para aliviar los efectos secundarios provocados por un tumor de gran tamaño como un sangrado incesante.
  • Quimioterapia: La quimioterapia puede administrarse antes de la cirugía (quimioterapia neoadyuvante) para ayudar a reducir el tamaño de un tumor, de modo que sea más fácil extirparlo. La quimioterapia también se utiliza después de la cirugía (quimioterapia adyuvante) para eliminar las células cancerosas que puedan quedar en el cuerpo. A menudo, la quimioterapia se combina con radioterapia. La quimioterapia puede utilizarse sola en personas con cáncer de estómago avanzado para ayudar a aliviar los signos y síntomas y mejorar la supervivencia.

Prevención

Unos hábitos de vida saludables nos pueden reducir el riesgo de padecer un cáncer gástrico (aunque nada nos asegura hoy día el no padecerlo en el futuro): haz ejercicio, come más frutas y verduras, evita fumar y si lo haces déjalo y si tienes familiares de primer grado (padre, madre herman@s, hij@s ) con cáncer gástrico o muchos miembros de tu familia lo han tenido, pregunta a tu médico.

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